A ciascun’alma presa e gentil core
Almas y corazones con dolor,
a quienes llega mi decir presente
(y cada cual responda lo que siente),
salud en su señor, que es el Amor.
Las estrellas tenían resplandor
el más adamantino y más potente
cuando adivino el Amor súbitamente
en forma tal que me llenó de horror.
Parecíame alegre Amor llevando
mi corazón y el cuerpo de mi amada
cubierto con un lienzo y dormitando.
La despertó mi corazón, sangrando,
dio como nutrición a mi adorada.
Después le vi marcharse sollozando.
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